Comenzamos el proyecto con un diagnóstico del contexto donde se encuentra el área a intervenir, priorizando las vistas y el uso de remates visuales, las cuales cada vez son más escasas y contienen las características de la ciudad y el entorno.
El incremento de la temperatura ambiente en las ciudades es cada vez más alarmante por la falta de sombra y espacios verdes que se han perturbado por zonas cubiertas en su totalidad por concreto y asfalto. Una de los requerimientos fundamentales de los clientes era contar con un área de jardín a la cual pudiéramos tener vista desde los diversos espacios de la casa, esto permitió el uso de ventanales con gran altura para poder tener iluminación y ventilación natural.
El proyecto propone la conexión constante de los sentidos con la naturaleza, ver, contemplar, oler y sentir, que convierte la casa en una experiencia sensorial. El uso de domos para aprovechar la luz cenital, dan la sensación de amplitud y libertad. Las plantas arquitectónicas consisten en volúmenes rectangulares intersectados entres sí, con volados y formas que permiten el juego de luz y sombra además de aprovechar al máximo las áreas de circulación.
