Este proyecto es muy especial ya que el hotel se desarrolló en unas de las propiedades más importantes de la ciudad de Zamora, ubicada en el centro histórico. La Casona Ortiz es un referente de la arquitectura de inicios del siglo XX pero fundamentada por las tendencias del siglo XVIII, de estilo arquitectónico Neoclásico, esta obra con su patio, partido arquitectónico y ornamentación (Molduras, columnas, capiteles, frontones, remates etc..) la convierten en una joya.
El patio central es el eje focal del proyecto, ya que permite iluminar y ventilar los pasillos y las habitaciones. El Hotel cuenta con ocho habitaciones, cada una de ellas con su propio diseño que reflejan una personalidad en particular, retomando colores y diseños mexicanos en su muros y plafones, exaltando la belleza con la que ya contaba la casona. Hotel Boutique Hidalgo 1095 es un ejemplo de lo que el rescate de obras arquitectónicas con valor puede lograr, el valor de la historia y arte de nuestro pasado como sociedad, que nos recuerda de donde venimos y nos hace sentirnos orgullos de nuestras raíces. La colorimetría utilizada en el hotel fue muy importante, el objetivo fue cautivar la mirada con una serie de contrastes que te guían y te seducen según el área que te encuentres, desde un morado intenso en recepción hasta un terracota óxide en el patio central.
El hotel cuenta con iluminación escénica que por las noches crea una atmósfera cálida, imponente y de contemplación, un inmueble que cautiva a sus huéspedes haciéndolos sentir en casa. Este es un hotel diseñado para apasionados de la arquitectura y el disfrute de la tranquilidad con un toque de modernidad que nos transporta a finales del siglo XIX y principios del siglo XIX.
